Visión de mundo ..Vida, unidad, dialogicidad

No hace mucho he encontrado a Nacho. Ha sido uno de estos encuentros mágicos, cargados de africanidad.. Cuando le vi por primera vez, parecía que emanaba esa novedad que fascina, típica del que trae todavía en la mirada la ventana abierta que invita a descubrirse, el rasgo peculiar de alguien que ha vivido recientemente una experiencia africana, y eso no lo sabia yo.
Hace dos días nos encontramos otra vez y aunque despistada con el sabor a desencuentro que me sorprendió en una conversación, después de intercambiar memorias y esperanzas, empecé esta reflexión de camino a casa..

Nuestra cultura revela mucho de nosotros, somos “alimentadores de una forma de cultura” y también los agentes de ruptura, cambio y creación de nueva cultura. Esta conciencia nos permite participar, nos proporciona el ejercicio de la libertad para elegir, ya sea la cultura, ya la forma de vivir mejor.
No todos nos comunicamos de la misma forma, el lenguaje se da de distintos modos y a través de diferentes recursos, decimos también sin decir. Si supiéramos dar más atención a todo lo que nos rodea, percibiríamos que todo está dicho, todo se comunica de una u otra forma, no habría porque engañarnos.. Pero no todos sabemos escuchar, entender, interpretar…no todos queremos hacerlo.

En la cosmovisión africana somos parte de un todo, una unidad.


“Cuando estudiamos la cultura africana y, más particularmente, filosofía africana, queda claro que el principio filosófico africano fundamental es el principio de la unidad del ser. De hecho, la gran articulación de la metafísica africana es la energía del origen cósmico que permea y vive dentro de todos los seres humanos, animales, plantas, minerales y objetos, así como los eventos. Esta energía común compartida por todos confiere una esencia común a todo en el mundo, y garantiza la unidad fundamental de todo lo que existe.”
(…) “Esta energía constituye el principio activo y dinámico que anima a la creación, y que puede ser identificado como la Vida misma.” (Mazama, 2002:219)


Es decir, la dinámica de la vida fluye harmonía, los hechos presentes no lo son por casualidad, la historia, nuestra historia, la construimos en conjunto, conectados, y esta interacción de todos y entre todos nos conduce a una u otra posibilidad, nos conduce al presente de la vida.
Puede que suene un poco determinista, pero el idealismo occidental, nos inculca la negación de la Vida tal cual se nos presenta, tratando de convencernos a no aceptar y convivir con la verdad, con las personas, tal cual su disposición. Cuando dejamos de ver a la Vida como un acontecimiento colectivo y espontaneo que emerge de nuestra interacción, fantaseamos y nos encerramos en mundos idealizados, no estamos abiertos a la Vida porque no nos identificamos, no admitimos, rechazamos, el presente y pasado, la historia y tiempo,los hechos, la vida misma.
La falta de dialogicidad, en la que todo se constituye a través del dialogo, de la interrelación, estanca la Vida, cierra posibilidades, disfraza conflictos y niega a los aprendizajes. Si no sabemos dialogar, no aprendemos del dialogo, no compartimos, no estamos, no somos.

..................................................................................

Cita original en Inglés : Véase "Afrocentricity and African Spirituality",
Author(s): Mambo Ama Mazama
Source: Journal of Black Studies, Vol. 33, No. 2, 13th Cheikh Anta Diop Conference Selected Proceedings (Nov., 2002), pp. 218-234. Published by: Sage Publications,

“When we study African culture and, more particularly, African philosophy, it appears clearly that the fundamental African philo- sophical principle is the principle of the unity of being. Indeed, the major articulation of African metaphysics is the energy of cosmic origin that permeates and lives within all that is-human beings, animals, plants, minerals, and objects, as well as events. This com- mon energy shared by all confers a common essence to everything in the world, and thus ensures the fundamental unity of all that exists.”
(...)
“This energy constitutes the active, dynamic principle that animates creation, and which can be identified as Life itself”